Allí, con tranquilidad, veo que lo que tengo entre manos es un costillar de aproximadamente un kilo envasado al vacío, y entonces me doy cuenta que no puedo abandonarlo, que tendré que hacer algo con él. Y eso es lo que hice a los dos días.
Compré un bote de salsa barbacoa de la marca HUNT'S (sabor miel y mostaza), puse el costillar en una fuente de horno, le eché sal y pimienta y extendí la salsa barbacoa por los dos lados del costillar. Media hora a 180 grados en el horno. Le di la vuelta, extendí más salsa barbacoa y lo dejé otra media hora a 200 grados.
Siento que me vuelven a llamar desde Mercadona.
2 comentarios:
Tiene buena pinta con ese churruscaito y más sencillo no puede ser. Tiene que estar bien rico.
Al ver el costillar en Mercadona, me acordé de R y A y de aquel otro tan famoso que nos ventilamos en Viena.
Luego, al encender el horno pensé "Tengo que decirle a S que esta receta sólo requiere horno y se prepara en cero coma uno, como dicen los jóvenes".
Cuando empecé a comer costillas, con los dedos y los bigotes pringosos de salsa barbacoa, me dije "Tengo que llamar a E a ver qué opina, porque esto no es ENSALADA DE ESCAROLA Y GRANADAS"
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