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martes, 20 de noviembre de 2012

Pastela: salado con sabor a canela

La pastela, es un plato que se puede servir de entrante, como si fuese una empanada, pero que debido a su sabor a canela no termina de gustarle a todo el mundo.

Sin embargo, cuando se reúne mucha gente está muy bien porque la puedes preparar por antelación, se puede coger con las manos sin necesidad de cubiertos y ese sabor tan especial termina siendo motivo de conversación.
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Ya sabes, haz una pastela y luego nos comentas.

Para prepararla necesitarás esto:

Ingredientes: 2 láminas de hojaldre ya elaborado ( el mejor "La Cocinera"), 2 muslos de pollo deshuesados, una cebolla picada muy pequeña, vino blanco, una rama de canela en rama, canela, nuez moscada, cominos, azúcar moreno, sal, pimienta, 3 huevos, aceite, almendras peladas y cortadas con el cuchillo y azúcar glas.





Y así podrás elaborarla.

Elaboración: En una cacerola se sofríe la cebolla. Una vez transparente se añade el pollo cortado en trozos grandes y salpimentado (se pueden añadir los huesos para que den más sabor), se remueve y se deja hacer unos minutos, se añade la rama de canela, una poca canela en polvo, la nuez moscada, los cominos, una cucharadita de azúcar moreno y el vino (cantidad generosa para cocer el pollo). Se deja cocer todo de 1/2 hora a 3/4, hasta que el pollo esté tierno.

El pollo se saca del caldo y se corta en trocitos muy pequeños. El caldo que queda en la cacerola, se reduce un poco, se retira la rama de canela y se añaden los tres huevos batidos (se reserva un poco para pintar la superficie), haciendo como un revuelto jugoso.

En un molde untado con aceite se extiende una de las las láminas de hojaldre, se pincha y se van poniendo los ingredientes por capas en el siguiente orden:
Primera capa de pollo


Segunda de revuelto,

Tercera de almendra

Por último se espolvorea todo con azúcar glas.

Se cubre con la otra lámina de hojaldre, se cierran los bordes, se pincha la superficie y se pinta con el huevo batido que hemos dejado en reserva.

Se introduce en el horno, previamente calentado a 200 ºC hasta que se dore el hojaldre. Se retira del horno y se espolvorea la superficie con azúcar glas y canela.

Se puede consumir templada o fría.

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