Primero hago una base fina para cubrir el molde con estos ingredientes:
250 gr de harina de avena
1 huevo
1 cucharada de miel
50 gr de mantequilla
Toque de vainilla y canela
Mezclar, amasar y formar una bola, y extender con los dedos sobre el molde (aunque tenga un aspecto poco liso, es igual).
Segundo paso:
En un bol se mezclan estos pocos ingredientes: una tarrina de queso Philadelphia, otra de queso fresco batido y 3 pequeñas de queso de Burgos, 4 huevos, 1 cucharada de harina de avena, 2 cucharadas generosas de miel (yo le pongo miel, pero por supuesto se puede poner azúcar o el edulcorante que más os guste), y un toque de vainilla y canela.
Mezclar primero todo menos los huevos con las varillas de mano. Cuando esté bien mezclado, añadir los huevos de uno en uno con una pizca de sal, incorporándolos bien a la mezcla.
Verter sobre la base que hemos hecho anteriormente en el molde y hornear a 180º durante una hora.
Sacar del horno, y cuando esté fría, cubrir con la mermelada que más os guste. Yo en este caso he usado mermelada de fresa sin azúcar que está riquísima.
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