El otro día fuí a un hipermercado con mis hijos y había un rosco de bizcocho de degustación y le di a probar al pequeño y no quiso. Me resultó extraño porque le gusta mucho pero no le pregunté nada más. Volviendo a casa le hablé sobre el mismo tema y me dijo que no lo cogió porque pensaba que lo estaba robando. Así que como le apetecía este fue el resultado final de la historia:
Tuvimos que hacer uno. Estuvo rico rico y el niño pudo comer lo que le apeteció sobre todo porque le añadimos unas pepitas de chocolate.
Una historia muy simpática, pero después de ver la altura del bizcocho, nos gustaría saber la receta
ResponderEliminarNo me he enterado muy bien.
ResponderEliminarQuieres decir que volvistes a robar otro bizcocho para comerlo en casa?